Colesterol y alimentación

Colesterol y alimentación

La hipercolesterolemia, o colesterol alto en sangre, afecta a un 10% de la población. Los hombres son mas propensos de padecer hipercolesterolemia entre los 30 y los 50, mientras que las mujeres tiene más riesgo después de la menopausia.

Para qué sirve el colesterol:

El colesterol es una grasa que está en todas las células de nuestro cuerpo. De por si, no es malo dado que tiene funciones importantes en nuestro organismo. Por ejemplo, va a los epitelios que se están formando y participa en el funcionamiento de las hormonas esteroides, progesterona, cortisol y estradiol.

El organismo tiene dos maneras de conseguir el colesterol que necesita nuestro cuerpo:

Colesterol endógeno

Es el colesterol que genera nuestro cuerpo a partir de otras grasas, sobre todo en el hígado. Es la mitad de lo que necesita nuestro cuerpo.

Colesterol exógeno

Es el colesterol que se consigue a través de los alimentos que lo tienen. Después de ser ingerido pasa del intestino delgado a la sangre. Para tener un nivel adecuado ha de ingerir 300mg al día como máximo. Podemos encontrarlo en las vísceras, la yema del huevo, los mariscos, los lácteos y en las grasas de los animales.

La yema de huevo tiene valores altos de colesterol.

“Colesterol bueno y malo”:

Para transportar las partículas de grasa de nuestro organismo, nuestro cuerpo fabrica otro tipo de partículas. Son las lipoproteinas. Las lipoproteinas que contienen el colesterol son dos:

LDL-colesterol o “colesterol malo”:

A través de estas partículas el cuerpo recoge el colesterol del hígado (que es donde se forma) y lo transporta a las circulación sanguínea. Los alimentos que contienen grasas saturadas elevan el nivel de LDL-colesterol y sube el nivel de colesterol en sangre.

HDL-colesterol o “colesterol bueno”:

Esta partícula trabaja en sentido contrario, llevando el colesterol que sobra en la circulación al hígado donde posteriormente se degradará. Las grasas insaturadas son los que elevan el nivel de colesterol bueno.

Por lo tanto, cuando se trata de prevenir la subida de colesterol exógeno en sangre, no se trata únicamente de disminuir la ingesta de alimentos ricos en colesterol. La ingesta de grasas saturadas que promueven el aumento de LDL-colesterol también debe ser controlada.

Hipercolesterolemia y enfermedades de la circulación sanguínea:

El nivel de colesterol tiene relación directa con las muchas enfermedades de la circulación sanguínea y del corazón. Si aumenta el nivel de colesterol sanguíneo se acumula en las paredes arteriales, eso hace que el diámetro de estas arterias se reduzca. En consecuencia, aumenta el riesgo de padecer enfermedades circulatorias.

Los niveles aconsejados de colesterol en sangre son los siguientes:

Nivel de colesterol: menos de 190 mg/dL

LDL-Colesterol: menos de 115 mg/dL

HDL-Colesterol: más de 45mg/dL

Recomendaciones dietéticas para prevenir las enfermedades circulatorias:

Tener un estilo de vida saludable, una alimentación equilibrada, hacer una actividad física constante y mantener un peso corporal óptimo ayuda a bajar los niveles del colesterol malo y a subir los niveles del bueno.

Para disminuir el colesterol LDL se debe reducir las cantidades los alimentos que tienen alto contenido en grasas saturadas como son los lácteos, las mantequillas, huevo y bollería industrializada.

Las grasa insaturadas aumenta el nivel de HDL colesterol. Éstas se encuentran en los frutos secos, los pescados azules, semillas vegetales, aceite de oliva, etc.

La fibra alimentaria también es muy beneficiosa para disminuir los niveles de colesterol en sangre ya que hace que la cantidad que se absorbe a nivel intestinal sea menor. La fibra alimentaria se encuentra en las frutas, verduras, frutos secos, legumbres y cereales integrales.

Entre los oligoelementos los mas destacables están el magnesio y la vitamina C. El primero lo podemos encontrar levadura de cerveza, cereales integrales y melaza. La vitamina C la aportan las frutas y las verduras, sobre todo el limón, fresas, tomate, pimientos…

Sustituir la mantequilla por aceite de oliva es recomendable para disminuir el colesterol sanguíneo.

Por lo tanto, sustituir la mantequilla por aceite de oliva, tomar lácteos desnatados, evitar las bollerías industriales, tomar cereales integrales, legumbres y frutos secos así como fruta fresca y verdura en abundancia son las pautas que se deben seguir para disminuir el colesterol sanguíneo y por lo tanto los problemas circulatorios que la hipercolesterolemia acarrea.

Autor

  • Cristina Pérez Garay

    Dietista-Nutricionista en Donostia. Grado en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad de Navarra. Más de 20 años de experiencia. Escribo en este blog como experta en Nutrición y Dietética.

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