
La dicotomía es un mecanismo mental útil para el funcionamiento del día a día, ya que nos ayuda a facilitar decisiones, agrupándolas o clasificándolas en buena o mala, fácil o difícil… Pero si lo hacemos de forma extrema y persistente, puede resultar muy perjudicial.
En la alimentación se suele dar el pensamiento dicotómicamente extremo. Tras una exigencia insana e insostenible de querer hacerlo todo perfecto, viene el abandono y la dejadez total.
Es un mecanismo que te paraliza a la hora de conseguir tus objetivos de alimentación. Bajo este prisma dicotómicamente sólo existe dos posibilidades, hacerlo perfecto o no hacer nada. De modo que tu objetivo se retrasa, a la espera de querer hacer una dieta perfecta en una situación ideal (algo que no existe y que no es saludable).
Te voy a poner un ejemplo de esta conducta en la alimentación.
“Comes una galleta y piensas: vaya me he pasado la dieta. Ya total me termino el paquete y mañana lo hago perfecto” el resto del día comes desordenado a la espera de mañana hacerlo todo perfecto.
En esta situación lo ideal sería disfrutar de esa galleta, sin culpa y sin que eso te condicione a lo que vas a comer el resto del día.
Por lo tanto te aconsejo que gestiones tu alimentación lo mejor que puedas, sin intención de que sea perfecto, porque eso te llevará al otro extremo.
Así que coge tu situación real, sea la que sea y estés en el momento en el que estes. Haz lo que puedas por cuidarte, porque te lo mereces. No necesitas hacerlo perfecto para hacer mejoras y conseguir logros, simplemente necesitas hacerlo con cariño hacia ti mim@.
Autor
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Dietista-Nutricionista en Donostia. Grado en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad de Navarra. Más de 20 años de experiencia. Escribo en este blog como experta en Nutrición y Dietética.