Dieta disociada fácil

Dieta disociada | Fácil, pero NO efectiva

Con el paso de los años se ha podido comprobar la eficacia de variedad de dietas y métodos simples para adelgazar. Algunas de estas técnicas se basan en dietas rigurosas que no siempre resultan adecuadas, un ejemplo de ello es la dieta disociada.

Es probable que hayas escuchado antes sobre este término, eso es debido a su antigüedad, dado que estas dietas existen desde principios del siglo XX. A pesar de su popularidad, las dietas disociadas son métodos que requieren de mucho cuidado si se desea implantarlos.

A continuación, en este artículo sacaremos a la luz las verdades tras los mitos de las famosas dietas disociadas.

Dieta disociada fácil: ¿de qué trata realmente?

Si bien algunas dietas son más beneficiosas que otras, todas parten del principio de hacer ciertos sacrificios a la hora de comer. En el caso de la dieta disociada establece que no se deben mezclar ciertos tipos de alimentos en una misma comida.

A partir de esta primicia es que esta dieta obtiene su nombre, ya que se debe “disociar” los alimentos para obtener más beneficios de estos. En otras palabras, se evitan las combinaciones de alimentos que se acostumbra a ingerir en una dieta básica.

Asimismo, las dietas disociadas establecen los siguientes grupos alimenticios, basándose en los tipos de nutrientes que aportan:

  • Glúcidos: estos son los alimentos que concentran niveles altos de hidratos de carbono. Engloba a la familia de los cereales y sus derivados, además de las legumbres y azúcares.
  • Neutros: como su nombre lo indica, no predominan concentraciones altas de proteínas o hidratos de carbono. En este sentido, se tienen aceites vegetales y productos similares, también distintas verduras.
  • Proteicos: son los alimentos ricos en proteína animal. Entre ellos tenemos las carnes rojas, pescado y frutos del mar, huevos y lácteos.

En teoría, los alimentos son divididos de esta forma, dado que el cuerpo no puede digerir todos estos grupos alimenticios al mismo tiempo. Sin embargo, este fundamento de las dietas disociadas fue desmitificado desde hace años.

En la actualidad, se reconoce que las enzimas del organismo pueden digerir distintas combinaciones de alimentos sin problemas. 

No obstante, la ingesta excesiva de ciertos alimentos es lo que puede derivar en un metabolismo más lento, lo cual se traduce en el aumento de peso.

¿Cómo esta dieta facilita la pérdida de peso?

Es una pregunta válida y tiene una respuesta muy simple: al poner en práctica una dieta disociada se restringe la ingesta de calorías excesivas. Dicho de forma más simple, se estimula la pérdida de grasa en el cuerpo, pero no por las razones correctas.

Ciertamente, este es el propósito de todas dietas comunes que conseguimos en la web. Sin embargo, la dieta disociada es un tanto más extremista, pues las comidas no se pueden variar. De esta forma, las limitaciones dentro de una dieta disociada es lo que obliga al cuerpo a la quema de grasas.

Los nutricionistas no recomiendan las dietas disociadas, ya que estas no se pueden acoplar a la persona. Al no ser adaptables, se corre el riesgo de enfrentar efectos secundarios como: fatiga, desnutrición, efecto rebote, etc.

Esperamos que este artículo haya sido de ayuda para ti. Para cualquier otra duda, contacta con nuestra nutricionista en Donostia y empieza a darle un giro a tu alimentación.

Autor

  • Cristina Pérez Garay

    Dietista-Nutricionista en Donostia. Grado en Nutrición Humana y Dietética en la Universidad de Navarra. Más de 20 años de experiencia. Escribo en este blog como experta en Nutrición y Dietética.

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